Al cierre de julio de 2024, el precio promedio de la gasolina Magna en México alcanzó 23.99 pesos por litro, consolidándose como el hidrocarburo más consumido en el país. Este aumento ha sido objeto de un seguimiento exhaustivo por parte de las autoridades y organismos reguladores, ya que refleja el comportamiento de los costos energéticos en México. Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, el costo de la gasolina Magna ha subido un 24%, lo cual es notable pero considerado manejable en comparación con administraciones anteriores. Según la Comisión Reguladora de Energía (CRE), este incremento representa un aumento absoluto de 4.68 pesos por litro desde el inicio de la actual administración.

A pesar del encarecimiento, el aumento se ha mantenido por debajo de los incrementos registrados en gobiernos anteriores. Por ejemplo, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, el precio de la gasolina Magna subió un 83%, generando críticas y tensiones sociales. En el período presidencial de Felipe Calderón, el incremento acumulado fue del 59%, aunque también alto, no alcanzó los niveles del sexenio posterior.

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La administración de López Obrador ha implementado medidas para controlar el impacto de la inflación en los combustibles, logrando mantener el aumento de la gasolina por debajo de la inflación general del país durante su mandato. Este hecho ha sido crucial para moderar las presiones inflacionarias que afectan a los hogares mexicanos, especialmente en contextos económicos volátiles. La gasolina Magna sigue siendo el combustible más demandado en México, debido a su costo relativamente accesible y su uso extensivo en vehículos de toda clase.

El impacto de los precios de los combustibles en la economía es considerable, afectando no solo a los automovilistas, sino también a la cadena de producción y distribución de bienes. El costo de la gasolina incide directamente en el precio de productos y servicios, generando una estrecha relación entre los costos energéticos y la inflación nacional. Las políticas de contención de precios implementadas por el gobierno han tenido un efecto positivo, evitando aumentos más pronunciados que hubieran perjudicado gravemente a los consumidores. En resumen, el precio de la gasolina Magna ha mostrado un incremento moderado en comparación con administraciones anteriores, protegiendo en cierta medida a los consumidores y a la economía en general.