Para finales de 2025 está programada la inauguración de la Línea K, que revitalizará más de 450 kilómetros de vías férreas y que conectará a Chiapas con Oaxaca y Veracruz. Con este importante proyecto se espera que aumenten las relaciones comerciales gracias a la transportación de carga y pasaje hacia Centroamérica.
Desde el 2023 se presentó el proyecto de revitalización de la línea férrea por parte de la Secretaría de Marina, y si bien desde su concepción estaba ideada para mejorar el transporte y las relaciones económicas, ciudadanos de la entidad han mostrado su preocupación sobre los niveles de seguridad que se deben garantizar para quienes utilicen este servicio. Esto está relacionado con el aumento considerable de migrantes en algunas zonas de la geografía chiapaneca, que algunos relacionan con el crecimiento de los niveles de inseguridad.
Aunque los resultados no serán palpables hasta el próximo año, el proyecto ya genera una importante derrama económica para la economía de la entidad, y así lo afirmó Bersaín Miranda Borraz, presidente honorífico vitalicio del Movimiento Nacional del Transporte en General, agregando que esta ha sido posible gracias a que “diversos sectores productivos han tenido el consumo de productos y servicios por el personal que trabaja en la obra”.
La importancia de la Línea K para el futuro de Chiapas
Las autoridades locales esperan que una vez culminadas las labores constructivas y de recuperación de las vías férreas se aprecie un repunte económico y de movilidad en el estado, pues, si se cumplen los pronósticos, debe existir un aumento tanto del traslado de productos agrícolas e industriales como de las relaciones económico-comerciales con varios países de la zona y algunos de los estados más cercanos.
Además, se podrá generar una competitividad empresarial a partir de las estrategias que pueden aplicarse para reducir los costos de logística y distribución.