La industria del transporte en Tuxtla Gutiérrez enfrenta un reto significativo con el programa de taxis rosas, que busca proporcionar un entorno seguro para las mujeres. Desde su lanzamiento en marzo de 2022, más de 200 unidades han intentado establecerse en un mercado que, hoy, resulta más complicado que nunca.
Desigualdad en la competencia
A pesar de que la iniciativa fue concebida para ofrecer un servicio exclusivo y minimizar el acoso en el transporte público, las restricciones operativas han limitado severamente la efectividad del programa. A diferencia de los taxis convencionales, los taxis rosas no pueden recoger pasajeros masculinos en cualquier punto de la ciudad.
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Esto ha llevado a que muchos conductores permanezcan inactivos durante largos períodos, incluso en zonas donde la demanda es alta.
Falta de apoyo y recursos ineficientes
Los altos costos asociados con la operación de un taxi rosa, que pueden llegar hasta mil doscientos pesos diarios, colocan a las conductoras en una situación precaria. Con ingresos que apenas alcanzan para cubrir los gastos, muchas están considerando cambiarse a taxis convencionales o plataformas de transporte digital, donde las oportunidades parecen más prometedoras.
Desafíos frente a la innovación tecnológica
La llegada de plataformas como Uber y DiDi ha transformado el panorama del transporte, ofreciendo a los usuarios alternativas más accesibles y convenientes. Las encuestas revelan que muchos consumidores prefieren estas opciones no solo por sus tarifas más competitivas, sino también por su capacidad de garantizar la seguridad durante el viaje.
El futuro de los taxis rosas se presenta incierto, y es evidente que se requiere una respuesta coordinada por parte de las autoridades locales.
La supervivencia de los taxis rosas no solo depende de una regulación más efectiva, sino también de un compromiso real para garantizar la seguridad y el reconocimiento de las mujeres que lideran este esfuerzo. En un mercado de transporte en constante evolución, es vital que los taxis rosas encuentren su lugar, ofreciendo un servicio que no solo sea seguro, sino también sostenible y accesible.